6 de junio de 2023

SI TU PERRO TIENE 5 AÑOS TUYOS, EN REALIDAD TIENE 56

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“Adiós a la tabla del siete para calcular la edad de los perros: sus cinco años son nuestros 56”, dice una nota publicada por el sitio español Magnet, que hoy compartimos con los lectores de La Gaceta del Chaco, y que ayuda a entender mejor la edad de los perros.

Una nueva fórmula matemática basada en el envejecimiento genético pone de manifiesto dos cosas: por un lado que el truco de multiplicar por siete la edad de los perros no es fiable y por otro que aunque existen muchas coincidencias entre los procesos de envejecimiento de perros y humanos, los canes llegan a la adolescencia y a la edad adulta en un intervalo de tiempo mucho más corto para después envejecer más lentamente.

 

Falso mito. Un reciente estudio publicado en la revista Science asegura que llevábamos años calculando mal la edad de los perros porque para llegar a conocer su longevidad hay que aplicar una ecuación matemática y no la sencilla tabla del siete. Es decir, si el animal en cuestión tenía «un año humano» su edad perruna no equivale a siete años, sino que la manera de llegar a la edad exacta lleva algo más de trabajo.

 

El ADN. Este nuevo método elaborado por investigadores de la Universidad de San Diego nace de comparar las modificaciones que sufren los perros y los humanos en sus genes conforme se van haciendo mayores. Para ello se observa la metilación, un proceso químico que tiene lugar durante el envejecimiento de ambas especies y que consiste en añadir un grupo metilo (molécula compuesta por un átomo de carbono y tres átomos de hidrógeno) al ADN y que sirve para determinar el reloj epigenético de perros y humanos. Es decir, identificar los puntos en común presentes en las fases de envejecimiento de humanos y perros.

El labrador. Esta ha sido la raza elegida para precisamente poder comparar el reloj epigenético de ambas especies. Según explican los investigadores a lo largo del estudio, los labradores tienen un proceso de metilación muy similar al de los humanos donde pueden observarse ritmos y procesos de envejecimiento parejos en algunas zonas del genoma. Tanto es así que las similitudes fueron más evidentes cuando se comparaban perros jóvenes y humanos jóvenes o perros viejos y humanos viejos. De tal forma, que una vez comparados ambos procesos de metilación, los investigadores llegaron a la siguiente ecuación matemática:

 

edad humana = 16 In (edad del perro) + 31.

Teniendo en cuenta que «In» es el logaritmo natural de la edad del perro este parámetro es lo primero a calcular y puede hacerse en esta calculadora. Una vez tenemos ese dato, se multiplica por 16 y a ese resultado le sumamos 31. Por ejemplo, para un perro de 5 años el logaritmo natural equivale a 1.6094 * 16 es igual a 25.75. Si a esta cifra le sumamos 31, la edad humana para un perro de cinco años se sitúa en los 56 años.

 

Coincidencias. Uno de los primeros puntos en común entre labradores y humanos es que tienen una esperanza de vida cercana. Es decir, los labradores suelen vivir de media 12 años, lo que equivale a 70 años humanos. Del mismo modo, a un cachorro le nacen sus primeros dientes a las siete semanas de vida lo que equivale a los 9 meses de un bebé humano.

 

Es decir, la fórmula demuestra cómo los datos de la metilación son coincidentes en las etapas de crecimiento y envejecimiento. La única diferencia es que en los canes las etapas de crecimiento y pubertad se dan a velocidad avanzada de ahí que un perro de tan solo cinco años, en edad humana se sitúe en la mediana edad.

 

¿Qué pasa con otras razas? Debido a que la esperanza de vida de la gran mayoría de los perros se sitúa en torno a los 12 años, el ejemplo del labrador sirve para calcular la edad de otras razas. Sin embargo, teniendo en cuenta que los chihuahuas viven entre 18 y 20 años y el caniche o el shih tzu rondan también los 18, esta fórmula no es del todo exacta para calcular su equivalencia en años humanos.

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