DEXAMETASONA: LA MEDICINA QUE LOS BRITANICOS PIENSAN QUE PUEDE ALIVIAR A PACIENTES CON COVID-19

LA UNIVERSIDAD BRITÁNICA DE OXFORD PUBLICÓ EL PRIMER TRATAMIENTO Y GENERÓ OPTIMISMO EN LA COMUNIDAD MÉDICA, titula un informe publicado por la sección Infotechnology del diario El Cronista.
La pandemia global de coronavirus COVID-19 generó que miles de médicos y profesionales de la salud iniciaran un trabajo a contra reloj en busca de la vacuna definitiva que permita combatir la propagación del virus.
A raíz de las medidas de aislamiento social dispuestas, buena parte de los países experimentaron un duro shock en sus economías y miles de empresas debieron modificar su rutina diaria.
No obstante, los científicos e investigadores continuaron con su trabajo. En el transcurso de las últimas horas trascendió un estudio elaborado por la universidad de Oxford que muestra la efectividad de una droga de bajo costo mejora la tasa de supervivencia en pacientes hospitalizados con complicaciones respiratorias graves por COVID-19.
Se trata de la dexametasona, que se convirtió en el primer tratamiento que demostró reducir reduce la mortalidad de COVID-19 y ya está ampliamente disponible en todo el mundo
EL ESTUDIO
En marzo de 2020, se estableció el ensayo RECOVERY (Evaluación Aleatoria de la Terapia COVID-19) como un ensayo clínico aleatorio para probar una serie de tratamientos potenciales para COVID-19, incluida la dexametasona en dosis bajas (un tratamiento con esteroides).
Se inscribieron más de 11.500 pacientes de más de 175 hospitales del NHS en el Reino Unido.
LOS PRIMEROS PASOS
El 8 de junio se suspendió el reclutamiento para la rama de la dexametasona ya que, en opinión del Comité Directivo del ensayo, se había reclutado a suficientes pacientes para determinar si la droga tenía o no un beneficio significativo.
Luego, se asignó al azar a un total de 2104 pacientes para que recibieran dexametasona 6 mg una vez al día (ya sea por vía oral o por inyección intravenosa) durante diez días y se comparó con 4321 pacientes asignados al azar a la atención habitual solamente.
Entre los pacientes que recibieron sólo atención habitual, la mortalidad a los 28 días fue mayor en los que necesitaron ventilación (41%), intermedia en los pacientes que sólo necesitaron oxígeno (25%) y menor entre los que no necesitaron ninguna intervención respiratoria (13%).
Según el relevamiento, la dexametasona redujo las muertes en un tercio en los pacientes ventilados (cociente de tasas 0,65 [intervalo de confianza del 95%: 0,48 a 0,88]; p=0,0003) y en un quinto en los demás pacientes que recibieron sólo oxígeno (0,80 [0,67 a 0,96]; p=0,0021). No hubo ningún beneficio entre los pacientes que no necesitaron asistencia respiratoria (1,22 [0,86 a 1,75; p=0,14).
Sobre la base de estos resultados, se evitaría una muerte con el tratamiento de unos 8 pacientes ventilados o unos 25 pacientes que requieren sólo oxígeno.
Dada la importancia de estos resultados para la salud pública, los investigadores trabajan ahora para publicar los detalles completos lo antes posible.